lunes, 6 de diciembre de 2010

el poder del Ahora...

Aprovecho el tìtulo de uno de los libros que ultimamente ha acompañado mis pasos, para retomar las lineas. Disculparàn mi incomunicativo perìodo que hoy vengo a saldar.
A los amigos del alma que perduran en el sur, inquietos y algunos hasta ofendidos imagino, de tanto aguardar noticias que no llegan, sepan que juego a encontrar recuerdos que ni el tiempo, la distancia o mi silencioso estado borran de mi cotidianidad. Y confieso làgrimas que saben a asado, mate y un poquito del fernet con coca que tanto extraño.
Ayer se cumplieron 6 meses en Panamà. Increible! el tiempo vuela y al parecer me prestò un par de alas con las que me remonté,cuasi barrilete, a descubrir nuevas percepciones de èsta preciada vida y de  mi  mismo. Es que cuesta mantenerse en el presente y estar abierto a recibir las particularidades de estas latitudes. A veces, en cuanto me descuido, me atacan los màs profundos miedos, culturales en su mayorìa, e intentan hacer naufragar a este viajero rumbo norte que lucha por vivir dìa a dìa, combatiendo esa falsa sensaciòn de bienestar que promete el futuro y esa caja de pandora en donde se guarda el juicioso pasado.
Como resumisr 6 meses por escrito en la pregunta que me hago por estos dias y se me hace imposible. Intentos fallidos llenan las pàginas de mi agenda y alejan la espontanidad con la que quiero transmitirles que estoy realmente donde quiero estar. Que callejero fui de chiquito y hoy me vuelvo a encontrar ...
van las fotos....
Comarca Kuna Yala - Arch. de San Blas

Panama City
Pte de las Amèricas - Canal de Panamà

Babylon Babylon de noche



El valle de Antòn

La india Dormida

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Isla Bastimentos - Bocas del Toro









Feliz Navidad!!!!!
Andres
24/12/10

PD1: si necesitan Yerba... en Panamà se consigue por todos lados!

PD2: si tienen problemas llamen a este numero!

PD3: estamos super bièn!!! en bocas del Toro.


viernes, 13 de agosto de 2010

extrañ - ando

Pongo el agua, ensillo mate, cuaderno y làpiz mientras Aznar me acompaña al oido, al tiempo que èsta panameña cama, que hace un mes me tiene como amigo, que me ha visto reir, llorar y amar, nuevamente me acoge al sentarme a escribir.
Hoy hace un año que no veo las caras còmplices a mis recuerdos. Tormenta de sensaciones azota al gigante archivo del pasado donde encuentro abrazos de despedida, incertidumbre y làgrimas llenas de sueños.
Siento la necesidad de confesarles que aquel que viaja largo, simpre està escapando PARA algo y miles son los diferentes motivos del viajero asì como vàlidos los caminos a recorrer.
Accidentes del camino amplian mi visiòn de la vida y amanezco ( ahora MAS que acompañado) valorando esta ùnica oportunidad de estar vivo y amar, como verbo diario a estrenar.
Hoy que la tierra ha girado 365 veces sobre si misma y rodeado por completo al sol desde mi partida, ME digo y LES digo... gracias!
PD: extrañar es escribirles

miércoles, 12 de mayo de 2010

Hacia el CARIBE !

Bueno... aparecí nuevamente! Les cuento que sigo viajando y disfrutando cada vez más...
Después de partir de Salento, un poco mareado, sin tener claro hacia donde ir, por un lado Bogotá me llamaba la atención pero, al mismo tiempo, necesitaba sentir el mar nuevamente. Sin más, dejé guiarme unicamente por mis sentidos y partí hacia Medellin, la capital "paisa" para luego continuar hacia Cartagena de Indias, la puerta de entrada al Caribe.
El viaje a dedo ésta vez resultó grato, al menos hasta "Medallo", salvo por los hostigantes controles militares que no cesan en ninguna región del pais. En cada detención la revisión en completa, para que se entienda "completa" implica revisar paneles internos, paragolpes, piso y zócalos, etc. Realmente mi asombro es grande, nunca me sentí más acosado en mi vida. Claro está, que muchos podrán decir que mediante éste método, ahora en Colombia se puede circular medianamente tranquilo. Igual no comparto, la sensación que transmiten es: uno es culpable hasta que se demuetre lo contrario
Quiero aclarar para que no se formen una opinion equívoca, que el trato de los militares es impecable, su amabilidad asombra. No asi, para nada, la corrupta policía.
Bueno podría escribir horas acerca de cuestiones políticas, es un tema que me apasiona y en el cual me involucro mucho, pero para suerte de ustedes y mía también, no es la idea de éste blog hacer análisis, sino simplemente contar que la tierra es nuestra casa, que se puede disfrutar todos los días y que romper los esteriotipos culturales puede ser muy entretenido y divertido.
Medellin es una ciudad muy interesante, acaso una de las más culturales de Colombia y al mismo tiempo la de mayor crecimiento en los útimos años. Por aquí me quedé unos 5 días, la caminé bastante, como siempre me hospedé en los barrios populares, nada de sectores turísticos preservados en estética y comfort, tan alejados de la cruda pobreza que abunda en en casi todos los paíces por los que pasé.
Desde Medellin nos fuimos con Juan, otro francés para variar, hacia Sta Fé de Antioquia, un pequeño pueblo al NOE y desde ahí emprendimos, previo paso nuevamente por Medellin, la subida que por momentos se transformo interminable hasta Cartagena de Indias.
La primera noche la pasamos es Sata Rosa de Osos, después de pasar toda una tarde haciedo dedo y...agua!
Al día siguiente avazaríamos lentamente, en tramos cortos hasta que a media tarde una grúa de autos nos transportaría en su parte trasera hasta Caucasia luego de 5 hs de viaje. Hasta aquí, mitad de camino y barados en una estación de servicios(grifo, para los colombianos) toda la noche. Al día siguiente nuestro cansancio era tal que hasta habíamos perdido la fé. Hablamos con cientos de camioneros y nadie no podía llevar ; que el seguro, la carga, el calor, el 5 a 0 en la cancha de river, que se yo porqué, pero la buena onda no salía.
A eso de los 3 de la tarde una camionero nos permitió viajar en la caja de su camión, aclarando que si algún control militar nos paraba, él no nos conocía. Con éste marco de rudeza nos subimos al gigante remolque de caja plana, sin mas carga que nosotros más las mochilas, por supuesto.
El sol no nos perdonaba, nos castigaba sin clemencia, aún cuando nosotros sentíamos que era injusto. El camionero pronto mostró su humanidad, como casi todas las personas que me han llevado en Colombia, y en cada parada nos compraba frutas, jugos, almuerzos y demás. En los peajes los trabajadores callejeros nos regalaban agua, los vendedores de frutas nos tiraban al pasar los mejores mangos, dulces como miel, realmente la gente en Colombia tiene una magia que no se debe ver en muchos lugares del mundo.
Despúes de 8 hs de viaje, en los que supimos sortear 10 controles militares, un sol incesante y un cuerpo pidiendo auxilio, sobre todo nuestra "cola", arribamos a las afueras de Cartagena. Buseta mediante nos adentramos tanto como la noche en ésta ambigua ciudad que , por una lado preserva una mini ciudad amurallada contruida por los españoles de bellísima arquitectura, místico placer y, al mismo tiempo, en las afueras de éste paraíso para unos pocos, un gran porcentaje de la población se unde en la pobreza.
Por suerte pude recorrer las dos caras de la moneda, como trato de hacer siempre, y entender que más allá de una calle sucia, condiciones de higiene malas, olores desconocidos y desordenada estética, también hay vida. Hijos, madres, abuelos, dolores, sonrisas... realmente en escencia no somos diferentes. Amo los mercados populares, tan olvidados en mi tierra y las sonrisas sin dientes.
Cartagena me gusta, es elegante. Durante el día el calor te agobia, pero la noche salda todas las deudas, la brisa sopla, se torna exitante e incita a no dormir.Las playas no abundan, uno debe moverse hacia el norte o hacia el sur para encontrar esos paraísos que antes solo los contemplaba por la tv, pero les cuento algo: existen... y realmente son mucho más lindo de lo imaginaba.
Me tomé unos días en Palya Blanca, isla Barú. Uhhh pero esa es otra historia que otro día se las cuento, la magia existe....
debo las fotos, mi máquina se metió en la mochila equivocada... ya va a volver

martes, 13 de abril de 2010

Cafeteando

La zona cafetera sin duda debe ser unos de los lugares màs lindos que vi. la gente es "chèvere", super càlida. Da la sensaciòn que tienen la sonrisa preparada cuando uno se los cruza por la calle y , saludo mediante, las caras relucen y sus ojos encuentran mi mirada. Viajar por èstas rutas es un pacer, canteros con rosas, casas coloridas, infinidad de plantaciones que tiñen de diferente tono el camino de sur a norte, desde los cañaverales Caleños hasta las fincas en el eje cafetero.
Realmente es un placer inundar los ojos cada mañana con verde cafè.
En èste pequeño pueblo donde parece que el tiempo no pasò, estoy casi atrapado. Salento me recibiò con las puertas abiertas, su tranquilidad me seduce y sus colores me pintan el alma mientras su gente me saluda al pasar. He conocido a varios personajes del pueblo donde pongo mis horas a disposiciòn de aprender màs sobre la geografìa de èste hermoso paìs y su cultura. Cafè mediante se pasasn las horas charlando, caminatas rurales, avistajes de pàjaros, puestas de sol y mañanas francesas abusan de mi.
Detràs del pueblo se encuentra el valle de cocora, atractivo principal de la zona. Hasta allì nos fuimos con los franceses a pasar un dìa en el pàramo colombiano.
Despuès de conseguir un jeep willis que nos llevarìa hasta el valle, iniciamos una caminata con todo incluido. Colibries, reservas naturales, agua de panela, mate, lluvia, resbalones y muchas risas. La primera parte del camino nos lleva hasta la reserva natural Acaime en donde nos reciben con gusto, nos cuentan la funsiòn de dicho establecimineto en el ecosistema del lugar mientras los colibries no invaden como abejas...
Luego de caminar bajo una fuerte lluvia que nos regalò èste bosque nublado, donde por momentos nos tuvimos que refugiar, comenzamos el descenso increible por dentro de una reserva natural de palmas de cera en donde el paisaje, un tanto subrealista, nos deslumbraba en su mixtura de bosque noblado con palmeras gigantes.
Como siempre, retorno feliz al pueblo y punto de partida para los frenceses... ya acostumbrado... cierro la puerta. Todo terminò!
las fotos son de chloè...mi càmara està en crisis!
valle de cocora

Salento




me estàs dando... mala vida!



nos vemos don...

sábado, 3 de abril de 2010

Bienvenidos a Locombia!

Salì de Otavalo(ECU) en la mañana, Eladio me arrimò hasta la ruta y mi suerte viajera hizo que una combinaciòn de camionetas me depositen en la frontera de Rumichaca. Ya el cartel anuncia, como en todas las fronteras que crucè, el paìs que me aguarda.
No puedo esconder mi alegrìa en el tràmite migratorio y le hago saber a todo el mundo que estoy super feliz de haber llegado.

A penas a 10 mts de entrar en Colombia ya arranca el dedo. La primera camioneta me lleva hasta Ipiales, la primer ciudad en el camino. Decido seguir hasta la ciudad de Pasto para pasar mi primer noche allì. El dedo estuvo duro, me costò todo el dìa llagar a Pasto. Lleguè de noche y me dejaron en plena zona "Rosa". Me quedè una par de dìas en esta ciudad y seguì viaje hacia Popayan, la ciudad de las iglesias.

James me llevarìa hasta Popayan. Despuès de una fluìda charla, incluido almuerzo y 3 hs de viaje, èste simpàtico comerciante me hizo sentir como en casa y realmente me diò una cuota increible de cotidianidad Colombiana.
En vìsperas de semana santa èsta ciudad se prepara para recibir a miles de Colombianos, yo aprovecho el desorden y me voy a pasar unos dìas a un pequeño poblado ubicado al norte de Popayan.
Silvia es famosos por sus artesanìas fabricadas en lana de ovejas y ademàs, los martes funciona un mercado regional donde todos intercambian mercadeìa al estilo antiguo: el Trueque.
Hasta aquì lleguè con 3 franceses con los cuales compartimos unos dìas de tranquilidad y placeres de pueblo.
A 5 km de Silvia se encuentra la comunidad de Guambìa. Pueblo originario rebosante de colores y curiosidad increible. Sumamante cordiales nos dieron una buen recibimiento...
Sigo viaje... les dejo unas fotos

mercado de Silvia: dìa de Trueque

trapitos al sol
Pato + Jeep + Marina
Guambìa
"Chivas"

lunes, 22 de marzo de 2010

Otavalo, Mojanda y despedida...

Otavalo es un pueblo de montaña, famoso por sus telares y artesanías ubicado a dos hs de Quito. La casa del che Guevara(casa para viajeros) sería mi casa por una semana. Don Eladio, dueño de casa, trata a todos los viajeros como si fuesen sus hijos y realmente sufre cuando uno debe seguir viaje y se acerca la despedida.
Otavalo esta rodeado de Volcanes y como no podía ser de otra manera, no me iba a ir sin cumbrear ninguno. Así fue que con Gefen (ISR) nos organizamos para acampar unos días en las alturas.
Partimos en la mañana con la ilusión de que algún vehículo nos suba hasta la Laguna de Mojanda. Como siempre, la primer camioneta que pasa nos levanta. Más fácil que hacer dedo en Ecuador no hay!
Llegamos al lugar y parecía que nos estaba esperando. La laguna es realmente hermosa, extremadamente solitaria en los días de semana y ofrece todo para acampar: agua, leña y un abandonado rancho de adobe que sirve muy bien de refugio.




El primer día hicimos un reconocimiento del area, buscamos abundante leña y nos preparamos para, al día siguiente subir el volcan Fuya Fuya(4300 msnm).



A medida que subimos las nubes juegan con nosotros, por momentos nos niegan la hermosa vista haciendo más dura nuestra subida pero, a veces, en su descuido, nos regala una postal que nos da más que ánimo.



Al día siguiente subimos el Cerro Negro de igual porte que el Fuja Fuja pero con un día mucho más agradable y despejado. La vista que ofrece el lugar es hermosa y en nuestro retorno al refugio la naturaleza nos regaló éste atardecer... con el sol en la punta del volcan.



Así me despido de éste hermoso Ecuador. Parece mentira, pasaron 3 meses, se acaba la visa y Colombia me sopla la oreja.
De acá me llevo hermosos recuerdos, muchos amigos y un gustito dulce, combinación de agua de panela, batidos frutales, canelazos, te de horchata y gente extremadamente amable que siempre recordaré...


Me voy del paraíso... todo terminó!

miércoles, 10 de marzo de 2010

Mindo de Colores

La verdad es que hace como dos semanas que estoy en Quito y de mover ni hablar. Es una ciudad increible, por momentos me pierdo caminando sin dirección pero de alguna manera me siento como en casa. Otro de los problemas creo que es el hotel en donde estoy. Lleno de viajeros, la terraza es zona libre las 24hs y ahí sabemos pasar largas horas mateando, por supuesto, y guitarreando, pa´no perder la costumbre.
Como para descolgar unos días me fuí a un pequeño pueblito a 2hs de Quito que, en los papeles, parecía interesante.No iría solo, esta vez Ilo y Hector, ambos compatriotas, se prendieron al receso de ciudad.
Llegamos a Mindo a la tardecita. En el camino ya podíamos ver donde nos estabamos metiendo, un auténtico bosque nublado a 1400 msnm en donde el microclima hace que todo crezca a lo grande. La vegetación te apabuya a cada paso y caminar entre nubes y flores al mismo tiempo es una sensación un tanto subrealista, pero aconsejable.
Nos acomodamos en un camping increible plagado de colibríes multicolores, orquídeas e infinitas flores, un río mántrico y una cocina apta para hacer la panzada que teníamos prevista. En esa misma noche salieron una milas caseritas con pure increibles, los tres ya no nos acordábamos ni como era el gusto. Realmente un placer. El domingo al medio día salieron unos ñoquis tremendos! y así se fueron dando una sucesión de hechos culinarios que sumados a la belleza del lugar grabaron en mi memoria, gustativa sobre todo, un recuerdo imborrable.


entrada a Mindo







Es importante mostrar estas fotos, al menos para nosotros, los que comimos, el resto ya fué...




A todo ésto le sumamos caminatas por el bosque siguiendo pequeños senderos, en donde no faltaron las caídas, las picaduras de arañas y mucha risa como siempre. Ah y un alemán que encontramos por ahí!




comiendo caña de azucar y boludenado un poco, claro